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Los hijos perdidos de dios

Una sobremesa de 80 años llena de fantasmas y fantasías.

Los hijos perdidos de dios

Una sobremesa de 80 años llena de fantasmas y fantasías.

Alicante fue la ciudad donde los republicanos fusilaron a José Antonio Primo de Rivera. 
Cada 20 de noviembre, durante más de cuarenta años, falangistas de toda España ocupaban la ciudad para celebrar misas multitudinarias en su honor.
Fue entonces cuando el abuelo de mi amigo Àlex construyó El Bancal, una casa en las afueras donde esconderse junto con su familia cada aniversario del magnicidio.

Esta es la casa en la que nos encontramos.
Un palacio lleno de habitaciones llenas de secretos sobre las tres generaciones de la familia de mi amigo Àlex.

En El Bancal se da la sobremesa más abundante y escasa del país.
Una sobremesa de casi ochenta años.
Una sobremesa de fantasmas y fantasías: Angelito, el cowboy suicida; el tío Pedro, el hermano del abuelo de mi amigo Àlex, esclavo de la prostitución fascista; Maria José y Rosa, falleras del final de la dictadura, modernas y ateas en la transición; y el bufón de Alvaro, la persona más joven en ser expulsada de todas las discotecas guiris de Benidorm.

Los hijos perdidos de Dios es una obra sobre la memoria, sobre las personas que recuerdan y las personas recordadas. 
Incluso a veces, sobre las personas que no recuerdan y las personas que no son recordadas. 

Autoria: Alexandre Rodríguez I Fons
Dirección: Asterión
Producción: La casa de Asterión
Intérpretes: Júlia Barragán, Alexandre Fons, Albert Miró y Júlia Morella
Escenografía: Brenda Cabrera
Iluminación: Andrés Piza
Agradecimientos: Aleix Fauró i Teatre Kaddish

Con el apoyo de la Diputació de Barcelona

El Caqui

El Caqui

El Caqui es un relato inspirado en la mitología de Borges.

Un joven escritor investiga la vida del peculiar Quique Monasterios, un personaje de la posguerra que se dedicaba a charlar con las trabajadoras de la Tabacalera de Alicante y que desapareció misteriosamente después de un incidente con las autoridades franquistas.

Un laberinto literario que pretende convertirse en un laberinto escénico y dialéctico, en un camino enrevesado entre el pasado y el presente.

Texto: Alexandre Rodríguez I Fons

EL CAQUI - Escena primera

Para Quique Monasterios, la mejor fruta de la historia es el caqui y la defiende a capa y espada. Allá donde va, la gente le pregunta, ya sabiendo la angustia que este tema le produce, cuál es, si la hubiere, la mejor fruta o el mejor alimento. A lo que Quique responde con paciencia al principio, porque sabe que pretenden tomarle el pelo, que son cosas diferentes:

La comida, el desayuno y la cena son categorías separadas. No se puede hablar de cualquier cosa por hablar de cualquier cosa. Una cosa es el desayuno, que puede ser de día laborable o de fin de semana, o bien puede ser único o se puede dividir entre desayuno y almuerzo; puede ser un café o un bocata de carne o un dulce recién salido del horno, humeante. Varios factores intervienen,procede a explicar, tiene mucho que ver el contexto, el espacio-tiempo donde ocurra este desayuno y las personas a las que involucra. Es insultante llamar desayuno a lo que se hace en los barrios altos de la ciudad, en las casas de varias plantas con servicio propio que lo preparan con alimentos frescos del mercado y llamar desayuno también a lo que comen por la mañana las familias de los barrios obreros en calles aún sin asfaltar o en tascas sucias y pegajosas o en las cuadras o habitaciones sin muebles donde viven. No es lo mismo lo que desayuna Marcel Proust que lo que desayuna David Copperfield que lo que desayuna Bernardo Soares.De hecho, solo con analizar los diferentes desayunos con los que se encuentra David Copperfield durante sus vivencias en las diferentes cocinas, tabernas y pensiones por los que pasa, ya daría para escribir un relato.

Otra cosa es la comida, la comida puede ser de día laborable o de fin de semana (hay veces que se pueden encontrar coincidencias pero son casualidad), o de domingo o de vacaciones, o de invierno o de verano, o de día cálido de invierno o de día de tormenta de verano... Y puede ser de interior o de costa, tradicional o innovadora, de guerra o de posguerra o de paz...Y que la cena, encontrándose esta también en la mayoría de conflictos anteriormente descritos, es aún más arriesgada de comparar con las previas, puesto que los factores "vino" y "compañía" son clave en esta ocasión aunque no se consideren estrictamente factores esenciales en relación con la comida propiamente dicha.


Y sobre todo le gusta aclarar que sus opiniones son subjetivas, pues se refieren siempre a la experiencia personal. Sus tesis no vierten contenido en torno a la alimentación, la nutrición o la innovación culinaria. Después, humildemente, responde:

En el sector de las frutas, aquí, en Alicante, en la ciudad del puerto en cuya profundidad hay más cadáveres que rocas, en la ciudad de las calles estrechas, en la ciudad de los dos castillos, en la ciudad de "l'arròs del senyoret", en la ciudad rodeada de ese mar azul salado y de ese desierto marrón y verde oscuro de matojos espinosos, aquí, donde no llega toda la fruta, aquí, donde la gente consume poca fruta, donde la gente no considera la fruta ni siquiera un pobre postre, donde la gente considera la fruta un lujo de posguerra sin ningún valor, aquí, donde la identidad del color es un elemento básico para la supervivencia en estos tiempos, el caqui toma ventaja sobre la naranja (que parece ser la única competidora), ya que el resto de frutas tampoco tienen mucho que ofrecer realmente.

El caqui es rojo y Alicante es roja porque es la última ciudad roja que aguantó el golpe de Estado. Y España es de color blanco y negro
solía decir Quique Monasterios antes de que acabase la guerra, solo a algunas personas de confianza, ahora lo piensa pero no lo dice, acaba así su argumentación: El caqui es la mejor fruta por su sabor y textura, no cabe duda.

La mayoría de la gente le dice cosas como que el caqui es demasiado dulce. Es una fruta de maricas dicen los hombres. Es demasiado blandongo, es una fruta de mujeres, dicen las mujeres, y todos ríen porque Quique se enfada. Se enfada de verdad, se enfada mucho y siempre entra al trapo: ¡No has comido un buen caqui en tu vida, no es solo dulce, tiene un punto ácido, no es blandongo, es líquido el exterior pero el corazón es de gelatina, como cartílago, es duro y suave, tiene para beber y para masticar y es un placer comerlo, beberlo, chuparlo, lamerlo, absorber el líquido o hasta besarlo!

La gente ríe y últimamente tiene preparados caquis podridos para tirarle mientras lo insultan y cantan: ¡Tu madre es una roja, tu madre es una roja!
Pero no en la fábrica de tabacos, allí no cantaban. Aunque estuvieran a pocos metros del cuartel de la Guardia Civil, que eran de los que más cantaban. En la fábrica lo acogían y se reían por lo bajo, les hacía gracia, pero no lo agredían. La mayoría de maridos y de hijos habían desaparecido o ya no eran aptos para el trabajo, así que las mujeres trabajaban para mantener a las familias. Estas mujeres disfrutaban de la compañía esporádica de Quique Monasterios y Quique Monasterios apreciaba la compañía de las trabajadoras de la fábrica Las cigarreras.
Solo el cura de la iglesia que hay entre la tabacalera y el cuartel de la Guardia Civil cuida de verdad de Quique Monasterios.

El señor cura observa a Quique con ternura, observa a todas las criaturas del señor con ternura, especialmente a las criaturas desgraciadas: a los pobres, a los que tienen algún defecto en el habla, a los que les falta algún miembro, a los mendigos, a las mujeres que no han encontrado marido y a los pobrecitos perdedores de la guerra. Los acoge en su iglesia y les da pan y techo y reprende a los guardias civiles del cuartel de al lado de la tabacalera cuando se encaran con decidida violencia contra Quique Monasterios o gente como él. Por los necesitados, los desfavorecidos y los carentes siente mucha lástima, y cuando cena con el general en mando de Alicante, con el ministro de gobernación y con el jefe de la Guardia Civil, y estos empiezan a beber y a comunicarse mediante chulerías y sandeces, la mayoría dedicadas a humillar a los perdedores de la guerra, no puede sino guardar silencio, sufriendo por dentro incómodo hasta la médula.

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¿Qué vas a encontrar aquí?
Esta es una sección donde las primeras escenas de proyectos inacabados (las más valientes), se dan a conocer. Están abiertas a todo y son muy aventureras.
¡No tengas vergüenza! Si eres un aburrido programador en busca de jaleo, un intrépido mecenas, o incluso un malicioso lector aficionado a la pornografía teatral, esta es tu sección.

Textos: Alexandre Rodríguez I Fons


EL ÚLTIMO MELANCÓLICO - Carta de amor al Neorrealismo Italiano


UN HUMILDE PRÓLOGO

EL TEMA. Buenas noches Bienvenidos a El último melancólico
LA ESTÉTICA. Antes de empezar una aclaración El último melancólico no es una obra costumbrista
EL TEMA. No
LA ESTÉTICA. El último melancólico pretende ser una nueva obra neorealista
EL TEMA. Y radical Una nueva obra neorealista radical Tampoco es una obra melancólica
LA ESTÉTICA. Tampoco
EL TEMA. Tampoco es surrealista
LA ESTÉTICA. Tampoco El último melancólico es ficción No es autoficción Ni no-ficción Ni posficción
EL TEMA. Sin embargo es una obra posdramática y post-brechtiana
LA ESTÉTICA. Y radical Podríamos decir que El último melancólico es prácticamente un clásico
EL TEMA. Podríamos decir que es prácticamente un clásico y también podríamos decir que es una tragedia política mediterránea
LA ESTÉTICA. O un drama burgués del sur de Europa
EL TEMA. El último melancólico es la historia de Giuseppe Rodríguez Un escritor valenciano al que le hubiera gustado vivir en los años sesenta
LA ESTÉTICA. Giusseppe en realidad se llama... Pero sus amigos le llaman Giuseppe
EL TEMA. Giuseppe Giuseppe Le gritan sus amigos cada vez que lo ven
LA ESTÉTICA. Le llaman Giuseppe porque a Giuseppe le hubiera gustado ser italiano
EL TEMA. Le hubiera gustado vivir en la Roma de Fellini
LA ESTÉTICA. Haber sido amante de Passolini
EL TEMA. Y haber sido discípulo de Visconti y Bertolucci Pero no fue así El último melancólico es una obra que algunos desustanciaos calficarían de pedante
LA ESTÉTICA. Y un poco de exhibicionista
EL TEMA. A ratos puede parecer simplista
LA ESTÉTICA. grosera EL TEMA. o incluso soez
LA ESTÉTICA. O vulgar en ocasiones muy contadas puede parecer vulgar Pero sólo a ratos
EL TEMA. Un poco como Giuseppe
LA ESTÉTICA. Exactamente A Giuseppe le llaman Giuseppe porque no le interesa nada Para él nada tiene valor O mejor dicho todo tiene ningún valor Excepto lo que no es importante que sí tiene valor al no tenerlo claro
EL TEMA. Las mujeres sobretodo realmente Por eso sus amigos le gritan cuando le ven Giuseppe Giuseppe
LA ESTÉTICA. El amor el sexo y la violencia le interesan es decir las mujeres
EL TEMA. El resto no mucho Aparte de las mujeres
LA ESTÉTICA. Estas son las cosas que para él son importantes es decir las mujeres dentro de la clasificación cosas no importantes es decir las mujeres De las cosas que no son importantes dentro de su lógica de cosas importantes y no importantes dentro de las cosas no importantes le intersa sobretodo la filosofía aparte de las mujeres claro
EL TEMA. Y la literatura también aparte de las mujeres claro Giuseppe no lee a ningún autor que utilice las palabras siempre o nunca que acabe una enumeración con la conjunción y o que use diminutivos
LA ESTÉTICA. El último melancólico es una obra festiva romana origástica imperialista y colonialista Incluye cinismo pornografía jurisprudencia personalista y tristeza
EL TEMA. El último melancólico es una obra de teatro cuyo único objetivo es alcanzar o encontrar una teatralidad original La teatralidad de El último melancólico se construye a través de la escritura A través de una literatura dramática megalómana
LA ESTÉTICA. Y luego a través del trabajo de los actores que son considerados por el autor como bufones-esclavos al servicio del literato
EL TEMA. Es decir los actores son esclavos de la libertad No son libres en escena Son esclavos de la libertad que no es lo mismo
LA ESTÉTICA. El último melancólico quiere ser teatro de verdad
EL TEMA. A El último melancólico le gustaría ser teatro de la imagen Le gustaría ser una obra de Romeo Castellucci
LA ESTÉTICA. O de Jan Fabre O sobre todo de Angélica Liddell Le gustaría ser realismo en descomposición
EL TEMA. Pero no es así El último melancólico es una obra de texto Eso sí Radical
LA ESTÉTICA. El texto es el punto de partida Un texto con vocación literaria e interpretativa A El último melancólico no le importaría formar parte del esperpento Pero es una obra de texto poética individualista
EL TEMA. Y egoísta muy egoísta egocéntrica y narcisista
LA ESTÉTICA. El último melancólico es teatro No es un guión de cine fracasado Ni tampoco una adaptación mediocre de una gran novela quizá mediocre por parte de un lector mediocre financiado por un productor mediocre y programada por un programador mediocre
EL TEMA. Tampoco es una adaptación mediocre de un clásico de la dramaturgia mediocre Es decir No es una adaptación mediocre de un clásico de la dramaturgia mediocre por parte de un dramaturgo mediocre escenificada por un director mediocre e interpretada por actores y actrices mediocres
LA ESTÉTICA. El último melancólico no está escrito para ser programado ni para gustar al público ni a la crítica A El último melancólico se la chupa palabras literales suyas no mías los programadores el público y la crítica
EL TEMA. El último melancólico no pretende ser provocativa De hecho su vocabulario y su imaginario es poco innovador Sexo violencia el Holocausto Dios y la pérdida de la madre Estos son sus temas sus ideas y sus imágenes
LA ESTÉTICA. A El último melancólico se la suda todo lo demás Es decir todo lo demás carece de relevancia igual que para Giuseppe Rodríguez carece de relevancia todo
EL TEMA. Excepto el sexo la violencia El Holocausto Dios y su madre Y las mujeres
LA ESTÉTICA. Otra idea muy importante de El último melancólico es la concepción de la masa
EL TEMA. El pueblo como enemigo del arte
LA ESTÉTICA. El último melancólico es una obra elitista Odia todo lo popular y a toda la gente que se siente orgullosa de formar parte de un grupo sector pueblo província o nación
EL TEMA. El último melancólico no pretende ser teatro de vanguardia
LA ESTÉTICA. Ni defender a ningún colectivo minoritario
EL TEMA. Ni ocupar ningún lugar en la escena social
LA ESTÉTICA. En la escena costumbrista-social-mediocre-analfabeta-narcisista-victimista también sus palabras literales
EL TEMA. El último melancólico es una obra anti-moralista por definición
LA ESTÉTICA. No es teatro comercial ni de sala pequeña Es teatro de autor radical Y lo es porque exige al teatro ser original y si no lo es no lo reconoce como tal
EL TEMA. A El último melancólico no le gusta el teatro como idea El teatro no es nada
LA ESTÉTICA. El espacio el público y el sector cultural no son nada Son palabras vacías sin significado
EL TEMA. El último melancólico considera que hemos olvidado el significado de la palabra teatro o que nunca lo hemos aprehendido con hache
LA ESTÉTICA. El último melancólico explica esta situación mediante una metáfora extraída de la obra del pensador Yuval Noah Harari que se explicará a continuación
EL TEMA. A El último melancólico no le importaría que ardieran los teatros porque los teatros no son nada
LA ESTÉTICA. Los autores son el teatro Y si no hay autores como pasa ahora es mejor no tener teatros que tenerlos ocupados por falsos autores
EL TEMA. A El último melancólico le gustaría como obra que pertenece al subgénero de Doy referencias intelectuales para enaltecer el espíritu del buen público de teatro
LA ESTÉTICA. Término también acuñado por el mismo autor
EL TEMA. citar a autores como Nietzsche Kant o Aristóteles como influencias directas de su pensamiento
LA ESTÉTICA. Pero El último melancólico se conforma con citar a los autores de las citas sin citar las citas ni plasmar su contenido intelectual en la propia obra
EL TEMA. A modo de chulería prepotente
LA ESTÉTICA. La analogía es la siguiente Cuando el sapiens era cazador-recolector hace un cojón y medio de años e inventó la agricultura uno de sus grandes éxitos junto con el genocidio era capaz de sobrevivir de diferentes maneras cazando recolectando o dedicándose a la agricultura
EL TEMA. En el momento en que el último cazador-recolector murió se quedaron un grupo de individuos que sólo sabían vivir de la agricultura
LA ESTÉTICA. Y se convirtieron en lo que Harari denomina como esclavos del tiempo
EL TEMA. Daba igual que hubiera una buena o una mala cosecha no podían dejar de cultivar porque siempre habría necesidad de alimentos
LA ESTÉTICA. Para el año siguiente o para el otro o para el otro EL TEMA. Ellos mismo se esclavizaron a ellos mismos
LA ESTÉTICA. El último melancólico odia el trabajo, el esfuerzo y la competitividad
EL TEMA. Considera que los valores de la educación industrial son eufemismos para la esclavitud y la prostitución que practica una clase obrera la cual ha abrazado la moda de no reconocerse como clase obrera junto con la moda de odiar a la clase obrera es decir a unos mismos por pobres pero no por analfabetos
LA ESTÉTICA. convirtiéndose así en algo mucho peor que la clase obrera convirtiéndose en obreros que se creen que no lo son a la vez que en analfabetos que se creen que no lo son y dedicando su vida a defender las nuevas formas de servidumbre política y social a capa y espada
EL TEMA. Si Giuseppe Rodríguez le dedica seis horas al día a escribir no es porque se haya vuelto neoliberal de golpe debido a un terrible accidente de camión mientras le practicaba un cunnilingus a una camionera
LA ESTÉTICA. o debido al abuso del alcohol durante su infancia
EL TEMA. Efectivamente
LA ESTÉTICA. Tampoco es porque crea en el valor económico de su trabajo que si lo hiciera por lo menos habría alguien en el planeta
EL TEMA. No Lo hace porque puede y porque quiere porque no tiene que trabajar para subsistirse gracias a Dios y porque le gusta más leer o escribir que tener trato con ciudadanos analfabetos gracias a Nietzsche
LA ESTÉTICA. El último melancólico considera que el teatro es agricultura y lo es porque no sabe hacer otra cosa
EL TEMA. Sólo sabe ser costumbrista y moralista
LA ESTÉTICA. No hay hueco para el erotismo la matanza la ironía la crueldada la política o el pensamiento
EL TEMA. No hay hueco para los actores salvajes que disfrutan maltratando a otros actores y al público
LA ESTÉTICA. ni para los directores de escena que la emplean como un espacio político y ritualístico de violencia y sacrificio
EL TEMA. ni tampoco para los escritores que aman a las palabras más que a las personas
LA ESTÉTICA. Hoy en día hay más teatro en una plaza de toros que en cualquier teatro de España
EL TEMA. El torero y el toro son más artistas de lo que nadie subido a un escenario será jamás
LA ESTÉTICA. Defiende El último melancólico
EL TEMA. Sólo hay dinero para los dramaturgos agricultores que no leen y no escriben
LA ESTÉTICA. Sólo hay dinero para los que cultivan lo que sus padres y abuelos cultivaban
EL TEMA. Costumbrismo y moralismo en forma de teatro social
LA ESTÉTICA. inclusivo
EL TEMA. feminista
LA ESTÉTICA. identitario
EL TEMA. nacionalista
LA ESTÉTICA. y propagandístico
EL TEMA. El último melancólico es una obra sobre la vida de Giuseppe Rodríguez
LA ESTÉTICA. Se podría decir que Giuseppe Rodríguez es el autor de esta obra
EL TEMA. Y que por tanto es una obra autobiográfica
LA ESTÉTICA. Pero como Giuseppe Rodríguez es un personaje de ficción sería una autobiografía fantástica Por su composición formal
EL TEMA. Sólo nos quedan un par de cosas a comentar antes de acabar con este humilde prólogo
LA ESTÉTICA. La última cosa que yo añadiría antes de acabar este humilde prólogo como bien lo adjetivas para confirmar que El último melancólico es una obra con cierta ética sería decir que para ser justos esta escena ha sido escrita antes que la obra misma
EL TEMA. Por tanto todo lo que aquí se dice sobre El último melancólico
LA ESTÉTICA. Es en parte una patraña una invención imaginada
EL TEMA. Como la obra y la vida de Giuseppe Rodríguez
LA ESTÉTICA. Pues el autor ha definido la obra antes de la existencia de la misma en un ejercicio irremediable de chabacanería inflamable
EL TEMA. Y por último yo añadíria que Giuseppe define su modo de pensar inspirado en los escrito del Marqués de Sade como:
LA ESTÉTICA. El único consuelo de mi vida Lo que crea todas mis alegrías en el mundo Y más me importa él que mi vida
EL TEMA. Y ahora la primera escena

LINARES, violencia atroz - Versión aristotélica y libre de la paliza

Prólogo: Representación de la paliza
VOZ.No creáis esta historia, o si la creéis, creed también en su castigo.
JOSÉ.En esta misma calle fue. Este es el bar. Aquí estaba la terraza. No habría más de seis u ocho mesas quizá menos
ANTONIO.Yo vine por allí con mi compañero. Lo agarramos y lo empezamos a golpear
VOZ.Y la hija de la víctima es quien chilla ¿no? Es la voz que se escucha en todas las grabaciones
JOSÉ.Así es. Primero sólo chilla hasta que intenta detenernos. Y después también la apalizamos
VOZ.¿Puede describir con detalle el transcurso de la acción?
ANTONIO.Por supuesto
VOZ.Y si no es mucha molestia, ¿representarla?
JOSÉ.Lo intentaremos.Nosotros entramos en escena por el lado derecho
ANTONIO.La víctima se encuentra en la terraza del bar rodeado de varios vecinos
JOSÉ.Yo me aproximo primero, lo insulto, lo golpeo y lo agarro del cuello como ya he dicho para arrastrarlo lejos de la terraza. Así. Haz tú de víctima ahora por favor
ANTONIO.De acuerdo.Yo estoy charlando con los vecinos. Por aquí, en el bar, y de repente él se acerca
JOSÉ.Lo insulto primero.Así¡Hijo de puta! ¡Ven aquí ahora mismo hijo de la gran puta! Le doy un puñetazo en la barriga. Así. Él cae. Cae por favor. Gracias. Y entonces le golpeo la cara con la rodilla. Así
ANTONIO.La víctima recibe el golpeAghY pide que se detenga la acciónNo, por favor. Dejadme por favor. Está ahí mi hija!La víctima no paraba de hacer este tipo de comentarios
JOSÉ.Eso es, se resiste un poco. Y entonces lo agarro del cuello y me lo llevo. Así. A ver cómo lo hacemos. Con cuidado ¿Te hago daño?
ANTONIO.No, no tranquilo. Estira , estira
JOSÉ.De acuerdo.Pues lo arrastro así
ANTONIO.A todo esto los vecinos se apartan. Los pobres no saben qué hacer. Algunos nos reconocen y saben que pertenecemos al cuerpo. No es hasta más adelante, apenas unas decenas de segundos después, cuando algunos se acercan
JOSÉ.Una vez lo he traído hasta aquí y está en el suelo ¿estás bien? ¿te he hecho daño?
ANTONIO.No tranquilo, lo has hecho muy bien
JOSÉ.Gracias. Como decía, una vez está en el suelo es cuando lo golpeamos los dos
ANTONIO.Le damos múltiples golpes en la cara con los puños, los pies y las rodillas ¿Puedes hacerlo?Gracias. Así
JOSÉ.En estos momentos la víctima sangra mucho. Pero nosotros no nos detenemos. Así
ANTONIO.Tengo toda la cara ensangrentada y estoy en el suelo casi sin poder defenderme
JOSÉ.Hasta ahora la víctima ha usado las manos y los brazos para protegerse de los golpes ¿Se han podido fijar? Ahora ya no. Baja los brazos por favor. Gracias
ANTONIO.Empiezo a perder el conocimiento los brazos ya no responden. La cabeza le va de lado a lado como si fuera tonto o tuviera mucho sueño. Así. Y le golpeamos. Así
JOSÉ.La hija de la víctima desde el inicio de la acción chilla
ANTONIO.Unos gritos desgarrados, salvajes de desesperación. ¿Podemos intentar hacerlos?¿Los dos juntos?Vamos a probar. Así. Eso es.
JOSÉ. Yo haré ahora de la hija
ANTONIO.Y yo haré de mi compañero. Volvemos a empezar si les parece bien
JOSÉ.Yo, la hija de la víctima, estoy con mi padre en la terraza y entonces se acercan los dos policías, osea nosotros
ANTONIO.Me acerco yo primero, es decir, él y como ya hemos descrito y representado, ataco a la víctima
JOSÉ.Yo chillo durante todo el trasncurso de la acción, como acabamos de aclarar. Así. No pararé durante todo el rato ¿de acuerdo?
ANTONIO.De acuerdo. Cuando quieras puedes empezar a chillar y yo intentaré describir la acción. No te hagas daño en la voz
JOSÉ.Procuraré no forzar la garganta. Vamos allá. La hija de la víctima chillaba así
ANTONIO.Entonces lo insulto como antes hemos citado¡Hijo de puta!¡Ven aquí ahora mismo hijo de la gran puta!Golpeo a la víctima fuerte y rápidamente para anular su posible respuesta o defensa o la de los vecinos a su alrededor¿se me oye?¿se me oye?Y me lo llevo hasta donde se produce la paliza y el ensañamiento. Así. Ella sigue chillando. Y pidiéndonos que paráramos. Para un momento por favor ¿Lo puedes representar?
JOSÉ.Voy a intentarlo. ¡Por favor dejadle!¡Por favor no le hagáis daño!También llamaba a su padre.¡Papá, Papá, Papá!Algo parecido creo recordar
ANTONIO.Sí. Sería algo así. Y luego seguía chillando
JOSÉ.Y luego seguía chillando. Así
ANTONIO.Finalmente llegamos al momento en que la víctima pierde el conocimiento que es más o menos cuando la hija de la víctima se lanza a por nosotros
JOSÉ.Sin dejar de chillar se nos acerca y nos golpea como puede. Es una niña de complexión pequeña de catorce años de edad. Así que no nos produce heridas graves ni es capaz de hacerlo ni resulta una amenaza real su violencia
ANTONIO.Sin embargo su intención sí es la de hacer daño
JOSÉ.Así pues nos encontramos en el momento en que la víctima ha perdido el conocimiento o está a punta de hacerlo
ANTONIO.Y su hija, es decir mi compañero, se lanza a por nosotros dos
JOSÉ.Lo que a continuación sucede como ustedes ya saben, es que nosotros dos la golpeamos con la misma furia que a su padre.
ANTONIO.Se lanza a por nosotros, o mejor dicho, se lanza a interponerse entre su padre y nuestros golpes para detener la paliza
JOSÉ.Nosotros la agarramos del pelo, la golpeamos en el estómago y en la cara
ANTONIO.Y la apartamos de la escena. Vamos a intentar representarlo¿Quieres que haga ahora yo de la hija de la víctima?
JOSÉ.Me parece apropiado
ANTONIO.Bien ahora yo soy la hija de la víctima y me lanzo a interponerme entre mi padre y los agentes de policía vestidos de paisano, es decir nosotros
JOSÉ.Yo estoy golpeando a su padre, que está prácticamente inconsciente, imagínenlo aquí. Como ustedes ya saben, muchos vecinos han empezado a grabar la paliza con sus teléfonos móviles y algunos otros pocos han intentado detenerla
ANTONIO.Sus intentos son muy débiles y con poca persistencia. Nos deshacemos de ellos rápidamente
JOSÉ.Así pues yo estoy machacando a la víctima y ahora mi compañero representará el intento desesperado de la hija de la víctima por proteger a su padre. Vamos allá
ANTONIO.Ella chillaba así
JOSÉ.Y yo golpeo a la víctima así
ANTONIO.Y entonces ella se acerca, nos insulta, nos suplica por su padre y se intenta interponer entre los golpes. Más o menos así
JOSÉ.Nosotros la agarramos así, como hemos descrito. La agarramos del pelo así, con cuidado, la golpeamos en la barriga y en la cara así. En la cara varias veces, así
ANTONIO.Hasta que caigo de rodillas sangrando y casi no me puedo mover
JOSÉ.Entonces nosotros volvemos con la víctima
ANTONIO.Que está totalmente inconsciente
JOSÉ.Yo la agarro del cabello, le levanto la cabeza ¿Puedes hacer un momento de la víctima? Gracias. Y le golpeo la cara con el puño cerrado. Así
ANTONIO.La hija de la víctima vuelve a chillar, pero no se acerca. Múltiples vecinos nos ruegan que paremos
JOSÉ.Mi compañero se levanta y se aparta, pero yo sigo. Le golpeo otra vez en la cara. Así. Incluso estampo su cara contra el suelo. Así
ANTONIO.Los vecinos protestan.Dicen cosas como ¡Por favor dejadlo ya!¡Lo vais a matar!¡Lo estáis matando!
JOSÉ.Hay un último intento por parte de la hija de la víctima y de dos o tres vecinos de detenernos
ANTONIO.Pero entre los dos nos deshacemos de ellos. Los empujamos. Los insultamos. Y volvemos a la víctima
JOSÉ.Y otra vez lo golpeamos. En la cara. Con los puños cerrados. Así
ANTONIO.Y otra vez los chillidos de la hija de la víctima y los gritos de los vecinos de Linares. Así.¡Dejadle hijos de puta!¡Papá, Papá, Papá!Y los vecinos¡Lo vais a matar!¡Lo estáis matando!
JOSÉ.Y nosotros lo seguimos golpeando, hasta que llega la policía. El resto es historia, como suele decirse
VOZ.Gracias.

Posespaña

Mamíferos, fascistas, vírgenes y Orson Welles

Posespaña

Mamíferos, fascistas, vírgenes y Orson Welles

Cuatro actores que participaron en el famoso programa de radio "La guerra de los mundos" se vuelven a encontrar después de muchos años para hablar de la experiencia, recordar los momentos más difíciles y hacer un pequeño homenaje al maestro. Una propuesta de teatro iconoclasta que traza un paralelo entre la España de la posverdad y la de la Legión Española ultracatólica de Millán Astray.

Un telón tradicional y rojo, cuatro actores y una pantalla que no se utiliza para proyectar imágenes. Un espacio donde, a la fuerza, tendrán que aprender a convivir el medio radiofónico y los Caprichos de Goya, los actores de la Mercury Theatre Company con el intérprete bufón-esclavo de Angélica Liddell; un espacio donde Orson Welles dialoga con Pasolini.
Un espectáculo nunca estrenado y que ha sido definido por personas que no son de confianza como visceral, grotesco, obsceno y pornográfico.

Posespaña es la pérdida de la virginidad de La casa de Asterión, más conocida como la Compañía Nacional de Teatro Fascista.

Idea original, texto, dirección y producción: La casa de Asterión
Intérpretes: Júlia Barragán, Alexandre Fons, Albert Miró y Júlia Morella
Regidoría: Mireia Ferré
Espacio escénico y escenografía: Brenda Cabrera
Vestuario: Brenda Cabrera y La casa de Asterión
Diseño de iluminación: Brenda Cabrera y La casa de Asterión
Producción La guerra de los mundos: Jaume Freixes
Comunicación: Mireia Ferré
Imagen Promocional y Teaser: Galo Tobías Cartel: Glòria Comas